la letra sin sangre entra

Blog de libros y literatura escrito por Francisco Herrera

31 agosto 2005

 

Henry James también tuvo su corazoncito

A través de un artículo de Rafael Ramos en La Vanguardia, nos enteramos de cuál fue realmente el gran amor de Henry James. Al final ni una mujer ni un hombre (ni tampoco todo lo contrario). Aparte de los tópicos sobre el mejor escritor inglés nacido en los Estados Unidos (¿o era al revés?), el periodista nos da una visión rápida pero curiosa de algunos aspectos de la vida diaria de este autor. Por cierto, ¿quién lee aún a Henry James? Menos mal que la editorial Alba todavía sigue con su plan de ir sacando muchas de sus obras, sobre todo las novelas menos conocidas y que nunca tuvieron traducción a nuestra lengua hasta ahora.


30 agosto 2005

 

1 +1 no siempre son 2

Al final todo es una cuestión de estilo. En mi opinión hay dos lanzamientos que pueden llamarse de temporada. Y cada uno tiene su miga.

Uno de ellos es la última novela de Michelle Houellebecq, La possibilité d’une île, que viene precedida de cierto revuelo doméstico (o más bien, domesticado) de los que al francés le gusta montar. Primero que quería mantener en secreto la trama de su libro, después que se había filtrado el texto y un crítico lo despedazaba, ahora que los raelianos (sic) le aplauden el libro y mil majaderías más. En nuestro país, como el Gran Escritor Francés Después de Sartre ha cambiado de casa editorial, el Periódico Más Leído en España (curiosamente de la misma empresa que su nueva editorial) saca artículo laudatorio y con mucha foto. Con su pan se lo coman.

El otro lanzamiento es el de la última novela de Ian McEwan, Saturday, que sí se mantiene en Anagrama y que promete sin alharacas, como exhibe en el botón de muestra que Granta tiene a bien darnos de prueba, para ir rumiando la espera. No sólo es cuestión de insularidad o de flema británica, es más bien que el savoir faire ha perdido el pasaporte francés y parece vivir mejor entre las brumas británicas. Sabremos más cuando ambas novedades estén en los escaparates.


 

Más Salinger (a estas alturas)

Llegó el número uno (01 para seguir la moda) de la revista ZUT: cine, vanguardia, fotografía, crónicas. Pero lo que más llama la atención es la edición de dos cuentos de J. D. Salinger que no habían aparecido, hasta el momento, en español. Se trata de dos relatos no muy extensos: uno de 1942 (Notas personales de un soldado de infantería) y otra de 1946 (Pequeña rebelión pasada la avenida Madison), ambos muy en la línea de la narrativa breve salingeriana. ¿Sería El guardián entre el centeno la obra de culto que es si no fuera por la “desaparición” de la luz pública de su autor? ¿Leeríamos todavía las andanzas de Holden Caulfield si no hubiera inspirado a iluminados como el asesino de John Lennon? Salinger es cínico, es cáustico, pero hay que leerlo sin la hojarasca que lo antecede.

29 agosto 2005

 

Contra la pared (de las lamentaciones)

Al menos desde principios de la década de los ochenta Amos Oz es consciente, como tantos otros israelíes, de que su país se encuentra preso entre la Shoah y la Torá, rehén de la ultraortodoxia más cerril. Como él mismo apunta en uno de sus artículos de la época: A causa de Hitler, no tienes ningún derecho a enfrentarte a este tipo de judaísmo. A causa del Mesías esperado, este judaísmo te encadena y amenza con reconquistar lo que has logrado quitarle de las manos (Las voces de Israel, In the Land of Israel, 1983). Veintidós años más tarde  la situación no parece haber cambiado mucho.

PS.- Otro Amos, el director de cine Gitai, hace un retrato cruel (y no sé si realista, pero, en cualquier caso, creíble) de este submundo religioso en Kadosh.

PS II.- En la prensa de estos días me llamaron la atención las imágenes de las mujeres ultrareligiosas poniendo la cuna de sus hijos (con ellos dentro) como barricada ante los soldados que debían evacuarlas. ¿No hay futuro para un Israel laico que se deshaga de las ataduras religiosas?

27 agosto 2005

 

Fresantología de USAnovelistas

Mientras los lectores españoles de Letras Libres tenemos un especial de verano, centrado en la crónica como género literario y editado por Julio Villanueva Chang, director de la peruana y muy recomendable Etiqueta Negra, los mexicanos pueden hacerse un panorama de la nueva narrativa norteamericana. Por suerte, la versión web de Letras Libres nos permite acceder a las dos ediciones. Rodrigo Fresán hace un recorrido tan personal como interesante: Franzen, Eggers, Eugenides, Coupland, Palahniuk y todos los nombres que Fresán defiende a capa y espada. Como antología, quizá sea demasiado privada, pero eso es, desde luego, lo mejor de estos cajones de sastre.

 

Volpi se ahoga en Patmos

Sin comerlo ni beberlo, o al menos sin habérmelo propuesto, me dejo llevar por otro de los libros de la colección Islas, que sacó DeBolsillo por el 2000. Me parece que el trabajo de Mada Bandera, como ya comenté, era bastante pasable, sobre todo porque daba lo que prometía: una lectura cómoda para pasar un poco más de una hora entretenida. Pero cuando uno se encuentra con un título como El juego del Apocalipsis (Un viaje a Patmos) y lo firma el autojaleado Jorge Volpi, pues parece como que no queda más remedio que ir afilando el cuchillo de desollar. Y eso es lo que pasa cuando se tienen prejuicios. Que se cumplen. Una trama insulsa, unos personajes patéticamente montados, un decorado de cartón piedra. Y a cobrar, que para eso me publicito. Gracias, sr. Volpi, pero la próxima vez por lo menos ponga un título menos altisonante. Nos ahorrará un sonrojo.


 

Reinvindicando Mondoñedo


Apunta Francisco Umbral, en esa Biblia de la tradición umbraliana que es Los iluminados, que ya nadie lee a Alvaro Cunqueiro. Y me soprende porque yo creía que el pensamiento nacionalista gallego lo había recuperado amablemente y que Cunqueiro sería un autor vivo en su tierra. Parece ser que no. En cualquier caso, quien no haya leido Las crónicas del sochantre no puede decir que sabe lo que es la novela española del siglo XX, por lo menos.


17 agosto 2005

 

Cuidadito con las paellas de verano

Don Fernando de Savater, gran opinador entre los opinadores, sabio resistente que se resiste a sí mismo, siempre ha querido dar a su discurso, incluido el más teórico, un toque de sutil volatilidad, algo así como un guiño cómplice al lector más haragán, un “no se preocupe, que no le va doler” típico de los filósofos ATS que tanto éxito tienen ahora. Pero, para mí, que esta vez se ha pasado. Se ha hecho tan ligero tan ligero que su artículo globo se ha enredado con una simple comparación: La montaña mágica de Thomas Mann viene a ser una paella de chiringuito agosteño. Parece Jesulín, el Séneca de Ubrique, diciendo aquello de “Los Buddenbrook son... como un toro”. Ande, don Fernando, que seguro que había metáforas más acertadas que la del arroz. Si al menos lo hubiera comparado con el pa amb tomaca, se lo hubiera agradecido Mr. Rovira. Pero ni eso.

16 agosto 2005

 

Salir de Gaza

Israel está de Gaza hasta el gorro y decide, por fin, quitarse de encima uno de sus mayores problemas. Enhorabuena. No os perdáis la opinión de José Cohen, por algo el mayor especialista en Eretz Israel de la blogosfera hispánica. Suerte.

08 agosto 2005

 

El cuento, por favor

- ¿Podrías recomendarme un libro? Algo ligero pero que sea bueno.
- Pues, mira, acabo de terminar una colección de cuentos que...
- Ya, pero, es que a mí, lo que son los cuentos, no me van mucho ¿sabes?
Prefiero una novela, una cosa más seria, claro.


Este diálogo, que con pocas variantes se oye en los últimos tiempos con
mucha asiduidad me hace pensar que el número de lectores de la narrativa breve no aumenta, precisamente. Parece que hay una serie de prejuicios que actúan de forma agresiva contra la "honorabilidad" del cuento como género mayor.

Para algunos es la proximidad con otro género, el del cuento infantil y su doble el relato folclórico, que ha perdido su rango de seña de identidad colectiva para pasar a ser carne de copyright waltdisneyano.

Por otro lado, el cuento, es especial el que está escrito en español, se ha perdido en muchos casos por las sendas del realismo social más ramplón o de la pedantería más espeluznante. Que me perdonen los hijos del dios Cortázar, pero su culto ha quemado la cosecha de cuentos hispánicos durante al menos una generación de cronopios y famas ramplones y redichos.

Hay una escuela de cuentística que apenas hemos podido disfrutar en español y es aquella que partiendo del tronco chejoviano, crece entre las ramas de Hemingway y Fitzgerald y da sus frutos con Cheever, Carver o Wolff (Tobias, no Thomas).

Este símil no es que sea precisamente original, pero espero que sí sea suficientemente aclaratorio. No busquemos en el cuento el artificio más deslumbrante, sino el hilo de la narración del que el lector sólo pueda tirar y tirar hasta quedarse sin madeja.

04 agosto 2005

 

Viñeta de agosto

Ha saltado el viento de levante.


03 agosto 2005

 

Yo, mí, me, conmigo

Fermin Solís me quitó el título del blog que siempre quise tener:


02 agosto 2005

 

Análisis de largo alcance

Por fin la blogosfera empieza a dar frutos de largo alcance. Entre las transcripciones de las conferencias de 1CWCOM (primera conferencia weblogs.comunicación en México) aparece esta estupenda panorámica sobre la autoría blog de Alberto Chimal. Con cosas así, uno puede creer que hay vida más allá de nuestro ombligo. Aquí dejo el trackback.

01 agosto 2005

 

Al sur del copyfight

Ahora me tengo que tragar mis palabras. Hace tiempo me quejé de que todos los encuentros sobre copyleft y esas batallitas se hacían de Despeñaperros para arriba. La verdad es que, aunque había pasado por su página, no le había prestado demasiada atención al festival sevillano Zemos98 (hasta que Eduardo Arcos nos lo recordó a todos sus lectores). Y no está nada mal lo que están montando. Espero que sigan así y a ver si puedo escaparme a uno de sus encuentros. Todo sea por la cultura digital.

 

Me pica un blog

A la blogosfera le ha salido una ligera urticaria. Alguien (no hay calificativos, por el momento) ha suplantado el nombre de Rodrigo Fresán para sacar un cuaderno de bitácora apócrifo. Y ya empiezan los dimes y diretes. El “auténtico” Fresán lo niega y además no piensa, ni de lejos, participar en la trifulca dejando comentarios. El “falso” Fresán se acoge al England, England barnesiano y acusa a la blogosfera de ser un muestreo de usos y costumbres al alcance de lectores turistas. Además se permite el lujo, debajo de su máscara de villano al estilo Marvel, de cometer faltas de ortografía de primaria (se pasa por la entrepierna la distinción g/j y se echa a dormir en sus laureles). Los comentarios no son mucho mejores. Abundan los pareados de alta inspiración (Si sos fresán: andá a cagar) y lindezas de este género. Como dicen en mi pueblo: hay gente para todo.

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