la letra sin sangre entra

Blog de libros y literatura escrito por Francisco Herrera

31 mayo 2006

 

Vargas Llosa y la cordura

Vivimos en un mundo extraño. En un principio parecería que la diversidad es un derecho social, pero si uno rasca un poquito aparece una intransigencia de aúpa. Aunque resulte extraño todavía hay que aclarar que ser de izquierdas es compatible con aborrecer el régimen castrista y defender el derecho del estado de Israel no sólo a existir sino a defenderse de los que quieren barrerlo del mapa. Que ser progresista (qué mala prensa ha cogido la palabreja) significa también mirar con lupa ese estrago de la mente humana que se llama nacionalismo. Y que se reconozca en Vargas Llosa a uno de los mejores escritores vivos en nuestra lengua.

Es cuanto menos curiosa la reacción de muchos ante el hecho vargasllosiano. Sí, es un buen novelista, pero es un facha como él solo, es el comentario habitual. Y apartan con melindres el libro infectado de neoliberalismo y globalización. Imagino que los puros se lavarán las manos después de haber tenido entre las mismas su estupenda Travesuras de una niña mala. Pero a escondidas no podrán dejarla sin llegar con deleite a la última página. ¿Cuál es el crimen de don Mario? ¿no fumarse los puros con Fidel? ¿no reírle las gracias a Hugo Chávez? ¿verle las orejas al lobo vestido de inditomanuchao victimista a Evo Morales? Seguro que los detractores de Vargas Llosa no estarían tan contentos si hicieran una visitita al Castillo del Morro en La Habana de la mano del fantasma de Reinaldo Arenas.

Y a Ignacio Ramonet que lo empapelen en la audiencia nacional por insultar a las víctimas del terrorismo caribeño con ese crimen de lesa literalidad llamado Cien horas con Fidel. ¿Para cuándo Diez ratitos con Pinochet o Veinte minutejos con Hitler?

21 mayo 2006

 

Otra América es posible

A pesar de la lengua que compartimos el Atlántico todavía separa la literatura española de la hispanoamericana y a esta última la confina en sus respectivas fronteras nacionales. ¿Qué sabemos realmente de lo que se escribe ahora en Venezuela, en Panamá, en los mismos Estados Unidos? Muy poco. Además lo que nos llega siempre ha sufrido un doble filtro: el primer en su país de procedencia (crítica, público, editoriales), el segundo aquí. Pienso, por ejemplo, en el argentino Raúl Brasca, autor genial que tanto ha hecho por ese macrouniverso que recibe el nombre de microrrelato o cuento breve y al que espero poder dedicarle pronto un comentario de más enjundia.

Un caso de este tipo me sucedió con el mexicano Mario Bellatin. Sin la campaña de autobombo (y platillo) de la gente del Crack, Bellatin ha creado sus novelas fuera de las modas al uso en la narrativa hispana (o de la percepción tendenciosa que tenemos de ellas a este lado de la lengua). Siguiendo el consejo de Sergio Pitol, que lo recomienda en El mago de Viena, leo Damas chinas que se convierte en una gratísima sorpresa. Dividida en dos mitades, una fría y seca, la de la narración realista (entre comillas, si quieren), con un tono cercano al de El túnel de Ernesto Sábato; y otra desvirtuada, desfigurada, la del sueño de un niño, Damas chinas es una novela breve que además de leerse de un tirón aumenta el santoral de los buenos escritores mexicanos. Y que siga mucho más.

14 mayo 2006

 

El caso Aira

Sandra Contreras en un artículo publicado en el Ínsula de marzo nos habla del “caso” o “fenómeno” Aira. Para la autora, César Aira es casi un monstruo de barraca, un prodigio de la feria literaria tanto por la cantidad de su producción (más de cincuenta volúmenes) como por la calidad de sus páginas. Es verdad que Aira constituye un volumen aparte, uno de esos heterodoxos que de tarde en tarde nos dan las letras hispanas. Para bien y para mal. Lo que yo he leído de él me produce la sensación de estar ante un autor inasible, una anguila textual que se te escapa de entre los dedos. Claro que la culpa no es suya precisamente, sino de los lectores que nos obsesionamos por encerrar al autor en una malla de referencias. Aira es escurridizo. Genial en Varamo, oscuro en El bautismo, curiosísimo en Ema, la cautiva y finalmente decepcionante en El mago, la que parecía la mejor de sus novelas.  Siempre sorprendente. Seguiré insistiendo con Una novela china y Como me hice monja, porque el fenómeno tiene muchas caras, algo así como las de Belmez.

Por cierto ¿será verdad como se rumorea hace tiempo que Ínsula se va al garete? Parece mentira que un proyecto de tan alto calado y único en la filología española pueda desaparecer así porque así. Luego se ve cada subvención por ahí que pone los pelos de punta. Sic transit gloria mundi.

07 mayo 2006

 

5 guineas en la red

Por fin, ya estamos en la red. La revista 5 guineas, a cuyo consejo editorial pertenece su seguro servidor, salió este fin de semana a la red, a que le dé el aire. Como dijimos en su momento, habrá en cada número un tema monográfico del cuadernillo central (este primero tratamos las falsificaciones) y un apartado de creación para relatos, poemas y microcuentos. El resultado ha sido, a mi entender, bastante satisfactorio, sobre todo teniendo en cuenta que ninguno de nosotros se había dedicado nunca a estos menesteres editoriales. Y estamos aprendiendo. Si te parece interesante la propuesta, intentamos mantener vivo el debate entre número y número con nuestro blog. Todos sois bienvenidos.

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