la letra sin sangre entra

Blog de libros y literatura escrito por Francisco Herrera

16 enero 2005

 

Una corriente arremolinada

Con los comentarios de Quentin Bell sobre el salto generacional entre el victorianismo tardío de Leslie Stephen (el padre de Virginia Woolf) y su amigo Henry James y el grupo de Bloomsbury, sutilmente capitaneado por las jóvenes Stephen (Woolf y Bell respectivamente de casadas), se llega a una comprensión mejor de este aspecto de la historia literaria inglesa. Con la nueva generación se ha roto el corsé de las buenas formas y se ha ganado, desde luego, en espontaneidad. El autor de Las bostonianas se queja amargamente: “¡Deplorable, deplorable! ¿Cómo han podido Vanessa y Virginia reunir semejantes amigos?”. Por su parte la futura Woolf describe así sus sensaciones ante ciertos comentarios del señor James sobre su idea de hacerse escritora: “Me sentí como un condenado que ve caer el cuchillo, pararse y caer de nuevo”. Claro que ella no se quedó atrás a la hora de enjuiciar el estilo literario del amigo de su padre: “No resulta desagradable, sino muy tranquilo, como un paseo en el crepúsculo, pero no es la materia de un genio: no, debería ser una corriente arremolinada”. Una corriente arremolinada: creo que no hay manera de definir mejor la separación entre la tranquila orilla victoriana y el mar embravecido del modernismo woolfiano. ¿Y acaso no fue bajo el curso embravecido de un río que Virginia recortó su vida?


Posted by Hello






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