Efectivamente, como era de temer, el aniversario de la edición de la primera parte del
Quijote se está convirtiendo en un grandioso festival de despropósitos. Atención al comentario. En una entrevista concedida a la revista
Leer, José Luis Rodríguez Zapatero dice de la novela cervantina que es
la Constitución de la vida porque, en última instancia, la vida es libertad y no hay un canto mayor a la libertad que esta novela. A mí por lo menos, cuando me llenan el oído con tales banalidades, se me queda cara de ajo (de aquellos que tanto gusto le daban a Sancho).
Menos mal que siempre nos queda
Vladimir Nabokov que sabiamente nos advierte: a
lgunos críticos, una minoría muy difusa y desaparecida largo tiempo ha, han intentado demostrar que El Quijote no es más que una farsa tonta. Otros han sostenido que El Quijote es la mejor novela de todos lso tiempos. Hace cien años un entusiasta crítico francés, Sainte-Beuve, lo calificó de "la Biblia de la Humanidad". No caigamos bajo el hechizo de estos encantadores (
Curso sobre el Quijote,
Lectures on Don Quixote). ¿Tendremos que emigrar a un país de habla no hispana para huír de los fastos vergonzantes? Dejen en paz a
Cervantes que él ya se basta y se sobra sin ayuda de patanes y meapilas.