la letra sin sangre entra

Blog de libros y literatura escrito por Francisco Herrera

17 febrero 2005

 

Escribir como profesión de fe

Hay un modelo de escritor, quizá el más propenso a llevar diarios, que yo calificaría como autor total. Vive y muere para la literatura, o al menos, para lo que ellos consideran literatura. Los libros son más que una profesión de vida, una profesión de fe. Se vive con ellos o contra ellos pero no hay medias tintas. Eso es lo que quiere transmitir Rainer Marie Rilke en la carta que en un día como hoy pero hace ciento dos años le envía a un joven amigo que empezaba a infligir versos: Basta, como he dicho, sentir que se podría vivir sin escribir para no deber hacerlo en absoluto. Uno de esos escritores profesionales sería, por supuesto, el padre de Madame Bovary. Cesare Pavese nos advierte con ironía soterrada: Guárdate bien de tomar en serio las críticas de Flaubert a la realidad: no están hechas según otro principio que éste: todo es cieno, salvo el artista concienzudo (El oficio de vivir, Il mestiere di vivere, en un día como hoy pero de 1938). Me pregunto si hoy en día tenemos alguno de estos autores-autores, pero me imagino que la presión de la vida moderna, los focos de la fama (o de la familla, más bien) y la atracción del periodismo hacen prácticamente imposible ese tipo de perfil.





<< Inicio

Archivos

abril 2004   mayo 2004   junio 2004   julio 2004   agosto 2004   septiembre 2004   octubre 2004   noviembre 2004   diciembre 2004   enero 2005   febrero 2005   marzo 2005   abril 2005   mayo 2005   junio 2005   julio 2005   agosto 2005   septiembre 2005   octubre 2005   noviembre 2005   diciembre 2005   enero 2006   febrero 2006   marzo 2006   abril 2006   mayo 2006   junio 2006   julio 2006   agosto 2006   septiembre 2006  

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]