la letra sin sangre entra

Blog de libros y literatura escrito por Francisco Herrera

12 diciembre 2005

 

Pasajeros a bordo

¿Quién no ha conocido alguna vez algún individuo de esa especie llamada Homo Estadounidensis de la variedad perdonenporserloquesoy? Los síntomas más comunes se presentan a la hora de hablar sobre su patria: sudores, prurito, ligeros mareos y tartamudeo. Este tipo de norteamericano, en cuanto pisa suelo europeo, se avergüenza de pertenecer a su país, quizá sobresaturado por el prejuicio antiyanqui más furibundo. Algo así le pasa a David Foster Wallace en sus ensayos sobre la vida común del norteamericano. Es verdad que Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer (A Suppossedly Fun Thing I’ll Never do Again) da una visión burlesca, hilarante del comportamiento del cliente en un crucero de placer, pero al mismo tiempo las entretelas del texto rezuman tristeza, crueldad y un punto de abatimiento. ¿Qué sentido tiene criticar el comportamiento semihumano de los participantes en estos programas de vacaciones? ¿qué se quiere demostrar, que todos somos tontos? Por favor, que a nadie se le ocurra infiltrarse en un autobús del Inserso. La vida ya tiene sus propios mecanismos para hundirte ella solita.

PS.- De todos modos, hay que darle a Wallace la segunda oportunidad con su desmedida Broma intinita (Infinite Jest).





<< Inicio

Archivos

abril 2004   mayo 2004   junio 2004   julio 2004   agosto 2004   septiembre 2004   octubre 2004   noviembre 2004   diciembre 2004   enero 2005   febrero 2005   marzo 2005   abril 2005   mayo 2005   junio 2005   julio 2005   agosto 2005   septiembre 2005   octubre 2005   noviembre 2005   diciembre 2005   enero 2006   febrero 2006   marzo 2006   abril 2006   mayo 2006   junio 2006   julio 2006   agosto 2006   septiembre 2006  

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]