Aprovechando que Monsieur Houellebecq acaba de sacar la traducción de su última novela, nada más y nada menos que en Alfaguara, dejando de lado su tradicional editorial hispánica, Anagrama, le doy un repaso a Plataforma (Plateforme), su libro de 2001. Yo todavía no acabo de tener claro por qué a algunos Don Michel les parece tan escandaloso, mientras otros lo consideran el no va más del cinismo posmoderno. A mí, como autor, no me parece un fuera de serie, como polemista tampoco es para tanto. ¿Será la mezcla, combinada con algo de enfant terrible? A mí, por ejemplo, me parece mucho más interesante la labor de su íntimo colega Fernando Arrabal (y no sólo el teatro pánico, también sus novelas más lisérgicas, como La virgen roja o La novia de King Kong). En cualquier caso, si tengo que quedarme con una parte de Houellebecq, no es Plataforma, desde luego. Prefiero la dolorosa relación filial de Las partículas elementales (Les particules elementaires).