Gracias a Danae de First We Take Manhattan le cojo la pista a La Fiera Literaria, publicación que se define como revista-libelo-publicación académica-pasquín-panfleto, para al final quedar en clásico eczema costroso de la literatura nacional. Entiéndaseme bien, a mí La Fiera me parece un ejercicio divertido de raspado de ovarios literarios, un divertimento de cureta y fórceps para la extracción del feto novelesco, pero el problema surge cuando todo queda en simple menorragia. No sé si Manuel García Viñó se toma demasiado en serio a sí mismo (no debería hacerlo, igual que no lo hace con sus enemigos declarados). El chiste se hace más eficaz cuando incluye al chistoso. De todos modos, sí que tiene gracia cuando inventa el neologismo nanoescritores para referirse a Javier Marías o a Antonio Muñoz Molina. En cualquier caso, ahora que amenzan con lanzarse al ciberespacio, bienvenidos sean. Para muestra, un botón.