Como (casi siempre) Rodrigo Fresán llevaba razón: la segunda novela de Jeffrey Eugenides, Middlesex, es todavía mejor que la primera. No sé si será la típica gran novela americana, pero es buena como para ser la gran novela a secas. Espero dedicarle un poco más adelante un comentario más extenso. Lo que quería reseñar aquí sobre todo es la entrevista que DosDoce (cómo no) ha dedicado en su último número al escritor y agitador literario proyanqui (y a mucha honra, me imagino). El párrafo a destacar tiene que ver con lo que comentábamos unos artículos más abajo: hacer de crítico sin perder el placer de la lectura. Una muestra, un botón de las declaraciones de Fresán: no me gusta hacer malas críticas porque básicamente tampoco leo libros malos. Si hay un libro que no me gusta no tengo por qué leerlo hasta el final. Siempre hay un libro bueno sobre el que se puede escribir en lugar de ese libro malo, entonces, ¿por qué voy a seguir leyendo un libro malo hasta el final?