Cada vez se hace más evidente que el mundo literario sufre de esquizofrenia con respecto a la cuestión del éxito. La inmensa mayoría de los productos editoriales que saltan a los escaparates lo hacen para ganar dinero y, en algunos casos, cuota de poder, arañando la portada del vecino si es necesario, pero cuando se presenta un caballo ganador, todo el mundo se rasga las vestiduras. ¿A quién no le apetece escupirle a la cara a
Paulo Coelho y decirle lo mal que escribe? Pero es que esa no es la cuestión. Nadie le paga a ese señor, ni a ningún otro, para que escriba bien, sino para que produzca los libros que la gran mayoría de los lectores quiere leer. Nos guste o no, es así y siempre lo fue. A ver quién es el bonito que nos intenta convencer de que en 1920 sólo se leía a
Proust y a
Joyce.
Toda esto viene a cuento porque he encontrado en
menéame una página que genera automáticamente
argumentos y portadas al más puro estilo danbrownesco. De todas las que he probado mi favorita es esta:
Como todo el mundo sabe, La Orden de los Caballeros de la Tabla Redonda es un temible lobby oculto. El secreto del Gol de Zarra ha sido guardado por este siniestro grupo durante casi una eternidad, aunque se puede descifrar en un boceto bien conservado de Miguel Ángel.Que el Grado 33 os coja confesados.