
La noticia no sólo no es nueva, es que ni siquiera es noticia, pero más de uno dice no dormir desvelado por la muerte del editor y el fin de su prebendas. Google sigue amenazando con sacar a la red todo aquello que pueda ser leído (otra cosa es que realmente todo sea legible). ¿Por qué tienen miedo los editores? Porque han visto las barbas del vecino trasquiladas y no quieren poner las suyas a remojar. El
mp3 mató la estrella del negocio musical y el
divx intenta hacer lo mismo con el cine. ¿Logrará el
pdf que la letra se haga corsaria? Creo que lo mejor que le puede pasar al mundo del libro es que aparezca un formato cómodo de edición electrónica con un soporte realista, como, por ejemplo, leer en
Palm con un software intuitivo y una pantalla adecuada al ojo humano. A partir de aquí veríamos cómo los dos grandes problemas de la edición española, la superproducción y la volatilidad de los títulos, desparecerían. Y al final quedarían solamente los auténticos profesionales del libro, los que saben qué publicar y por qué. Hasta los de Greenpeace lo agradecerían. Menos papel y mejores libros. ¿Qué mas queremos?