Considerando la novela en español como un todo, que es la única manera en la que se puede entender cabalmente, sin caer en provincianismo reductores, podríamos considerar que las tres grandes potencias literarias, México, España y Argentina se reparten los papeles principales. Las llamo potencias por sus grandes tradiciones novelísticas y por su peso en el mundo hispanohablante. De alguna manera las dos primeras, México y España formarían el núcleo duro de la ortodoxia novelística, mientras que Argentina provee a la órbita hispana de los autores menos canónicos. No es sólo una cuestión de originalidad, o no tanto, es más bien un encuentro de diferentes tradiciones. Gracias a Argentina, gozamos en español de la imbricación heterodoxa de Borges y de Cortázar. Sólo en esta tradición paralela se puede dar un caso como el de Sabato, nuestro Dostoievski rioplatense. Dos tradiciones, una novela.abril 2004 mayo 2004 junio 2004 julio 2004 agosto 2004 septiembre 2004 octubre 2004 noviembre 2004 diciembre 2004 enero 2005 febrero 2005 marzo 2005 abril 2005 mayo 2005 junio 2005 julio 2005 agosto 2005 septiembre 2005 octubre 2005 noviembre 2005 diciembre 2005 enero 2006 febrero 2006 marzo 2006 abril 2006 mayo 2006 junio 2006 julio 2006 agosto 2006 septiembre 2006
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